¿Por qué escribí este libro? Porque necesitamos comprender nuestro tiempo y también como una provocación a los periodistas dominicanos, para que participen en el debate sobre el proceso de transformación tecnológico que está cambiando radicalmente el mundo y el periodismo, en particular.
Vivimos en una época de cambios, quizás los más importantes producidos desde la Revolución Industrial, que trajo consigo en el siglo XIX grandes avances en el campo de la técnica, de la industria y la navegación, con el surgimiento de la máquina de vapor. Durante el siguiente siglo XX se registraron grandes avances en el transporte aéreo, marítimo y terrestre, además del surgimiento de la radio, la televisión y más recientemente la computadora y la internet.
Esos inventos técnicos modificaron en el hombre la noción de tiempo y espacio. Es decir, acortaron los tiempos de desplazamiento geográfico de las personas, pero también aceleraron la velocidad para la transmisión de las informaciones. Desplazarse de un continente a otro, e incluso dentro de un mismo país hace poca más de un siglo, tomaba semanas y a veces meses, pero hoy esto es cuestión de horas.
Conocer el resultado de una batalla o la independencia de un país, también era cuestión de días o semanas. Actualmente una noticia de esa índole recorre el mundo en fracción de minutos o simplemente se difunde en tiempo real. La hiperinformación difundida a través de los periódicos impresos y digitales, radio, televisión, blogs, emails, vallas, y otras vías de comunicación, incrementa la incertidumbre de la audiencia. Muchas veces los sucesos son tan veloces que no tenemos tiempo de reflexionar sobre sus consecuencias.
Indudablemente el siglo XX fue de grandes avances en el campo de la industria y las comunicaciones, pero también fue un siglo devastador en lo que concierne a la convivencia de los seres humanos. Fue el siglo de las dos guerras mundiales, que dejaron entre ambas millones de muertos, heridos, desplazados y mutilados.
Así, deslumbrados por la tecnología, pero también traumatizados por la violencia provocada por el narcotráfico, desigualdades sociales, disputas étnicas, migratorias o territoriales, entramos al siglo XXI, y avanzamos hacia un futuro, que aspiramos sea del conocimiento, más que de mera transmisión de información. Porque no es lo mismo información y conocimiento, sino que la primera es el resultado del contenido que nos llega a través de los medios de comunicación, y la segunda es producto de la educación, raíz que conduce al progreso de las sociedades.
Desde ese punto de vista, en las páginas de Impacto de la Tecnología en el periodismo hay una visión global, geopolítica y económica; pero desde el enfoque periodístico se trata de una investigación que conduce al análisis acerca de las transformaciones que sufren los medios de comunicación, con el consecuente desgaste de los periódicos en soporte de papel y el progreso de los medios digitales. Es decir, intento visualizar cuál es el futuro del periodismo, y en especial de los periódicos impresos y digitales, a partir del análisis de las tendencias impuestas por las tecnologías de las comunicaciones. Estudio, con ejemplos concretos, cómo se integran la experiencia acumulada por los medios tradicionales (radio, prensa escrita y televisión) y las innovaciones de los nuevos medios surgidos con el nacimiento de esa maravillosa plataforma que es Internet, que ha creado un nuevo producto periodístico, mediante la convergencia tecnológica de los medios, que a su vez ha dado como resultado lo que hoy conocemos como la multimedia, que no es más que la confluencia de todas las técnicas de los medios en un solo producto periodístico. De este modo el profesional de la comunicación dispone de novedosos recursos narrativos para contar una historia, en la que convergen texto, fotografía, audio, video, infografía y enlaces con otras noticias similares o bancos de datos.
Es dentro de este de contexto específico de los medios, pero también global sobre lo que sucede en el mundo, que escribo este libro, centrado en dos elementos claves que dominan la vida moderna: la globalización y la tecnología.
Decía al principio de mi intervención que una de las razones por las que escribí el libro es porque necesitamos comprender nuestro tiempo. Para entender algo, lo primero que tenemos que saber es cuál es la naturaleza del objeto. Es decir, el tema que nos domina. Y el tema que determina nuestras vidas en esta etapa histórica, sin duda alguna, tiene un doble componente: la globalización y la tecnología, como ya expresé. Pero, además, se nos plantea otro dilema, y es saber ¿qué queremos hacer con la tecnología? en el periodismo, en nuestra vida personal y en el trabajo. Este dilema para el periodismo es de una trascendencia vital, porque ha transformado los medios y el ejercicio en los medios…y lo seguirá haciendo. En el campo de la ciencia, la respuesta a esta pregunta plantea un gran conflicto, no sólo científico, sino moral y ético. Para no extenderme al respecto, porque no soy científico, sólo propongo reflexionar sobre lo que sucede con la bioética y la clonación.
El más importante filósofo de habla castellana, Ortega y Gasset, para analizar el tema determinante en su época, escribió todo un libro: El tema de nuestro tiempo.
Busco con este libro explicar los cambios que sacuden al periodismo, como consecuencia de un fenómeno mundial. Por tanto, ese análisis tenía que hacerlo a partir de una investigación que tuviera una visión también global, sin pretender ser rigurosamente científico. De manera que el libro, además de que puede ser materia de estudio de los periodistas y estudiantes de la profesión, también representa una herramienta que ayuda a cualquier lector a comprender el complejo mundo en que vivimos, y especialmente las características del tema que nos domina.
Siendo mi objeto de estudio el periodismo y el impacto generado por la tecnología en el ejercicio de esta profesión, en esta investigación he tenido muy en cuenta que el periodismo es presente, actualidad vital y polémica, pero que ese presente para poder ser comprendido debe ser analizado en toda su contextualizad, deteniéndose en las causas que lo suscitaron, llámese background o historia del suceso, además de analizarlo pensando en las consecuencias que provocará en un futuro próximo.
Si aceptamos que el abordamiento de un hecho noticioso debe hacerse desde ese eje tripartito: la actualidad analizada en profundidad, enfocada desde sus causas y sus posibles consecuencias, entonces debemos llegar a la conclusión de que el mayor problema que enfrenta el periodismo dominicano de hoy es su corta visión de los hechos: no cuestiona, no hay análisis, no molesta al poder ni es contrapeso del poder estatal ni privado. Y esto se debe a que el periodismo en República Dominicana está secuestrado por los intereses económicos y, como consecuencia, su peor enemigo es la autocensura.
Es justo reconocer que en el país hay plena libertad de prensa, que el gobierno no obstaculiza a los medios, pero una gran verdad es que son los propios periodistas, y específicamente los medios, los que se autolimitan en sus contenidos. Por tanto, la diversidad y la pluralidad son reducidas en cuanto a profundidad en el abordaje de los hechos.
Ante esta triste realidad, es necesario que los periodistas analicemos con actitud crítica el entorno mediático dominicano y cuestionemos nuestro rol frente a la sociedad. Pero también se impone la revisión del ordenamiento jurídico del régimen de propiedad de los medios en la República Dominicana, para evitar la concentración y el monopolio de los medios, que gracias al surgimiento en los últimos años de los periódicos digitales ha sido atenuado. Y aquí tenemos la gran victoria de esa nueva plataforma de los medios que es la Internet, que por primera vez en la historia de la humanidad ha roto el monopolio de la producción, edición y distribución de la información, que antes era exclusiva de los periódicos impresos. Con el nacimiento de los nuevos medios, cualquiera puede publicar un periódico digital. Esa posibilidad podría tener consecuencias negativas, por la alternativa que ofrece de difundir material nocivo o que atente contra la seguridad pública o privada, pero son más las ventajas que los riesgos.
Finalmente, debo advertir al lector, para no decepcionarlo si es que lo hubiese, que Impacto de la Tecnología en el periodismo. Una visión crítica de la sociedad globalizada, no es un libro sobre el periodismo dominicano. Es un libro acerca de los cambios que se producen en el periodismo actual, con ejemplos de la prensa dominicana, europea y estadounidense, en gran medida, tomando en cuenta que vivimos en una etapa de la historia que está cambiando radicalmente el mundo y la forma de relacionarnos en él. Espero haber logrado el cometido.
Vivimos en una época de cambios, quizás los más importantes producidos desde la Revolución Industrial, que trajo consigo en el siglo XIX grandes avances en el campo de la técnica, de la industria y la navegación, con el surgimiento de la máquina de vapor. Durante el siguiente siglo XX se registraron grandes avances en el transporte aéreo, marítimo y terrestre, además del surgimiento de la radio, la televisión y más recientemente la computadora y la internet.
Esos inventos técnicos modificaron en el hombre la noción de tiempo y espacio. Es decir, acortaron los tiempos de desplazamiento geográfico de las personas, pero también aceleraron la velocidad para la transmisión de las informaciones. Desplazarse de un continente a otro, e incluso dentro de un mismo país hace poca más de un siglo, tomaba semanas y a veces meses, pero hoy esto es cuestión de horas.
Conocer el resultado de una batalla o la independencia de un país, también era cuestión de días o semanas. Actualmente una noticia de esa índole recorre el mundo en fracción de minutos o simplemente se difunde en tiempo real. La hiperinformación difundida a través de los periódicos impresos y digitales, radio, televisión, blogs, emails, vallas, y otras vías de comunicación, incrementa la incertidumbre de la audiencia. Muchas veces los sucesos son tan veloces que no tenemos tiempo de reflexionar sobre sus consecuencias.
Indudablemente el siglo XX fue de grandes avances en el campo de la industria y las comunicaciones, pero también fue un siglo devastador en lo que concierne a la convivencia de los seres humanos. Fue el siglo de las dos guerras mundiales, que dejaron entre ambas millones de muertos, heridos, desplazados y mutilados.
Así, deslumbrados por la tecnología, pero también traumatizados por la violencia provocada por el narcotráfico, desigualdades sociales, disputas étnicas, migratorias o territoriales, entramos al siglo XXI, y avanzamos hacia un futuro, que aspiramos sea del conocimiento, más que de mera transmisión de información. Porque no es lo mismo información y conocimiento, sino que la primera es el resultado del contenido que nos llega a través de los medios de comunicación, y la segunda es producto de la educación, raíz que conduce al progreso de las sociedades.
Desde ese punto de vista, en las páginas de Impacto de la Tecnología en el periodismo hay una visión global, geopolítica y económica; pero desde el enfoque periodístico se trata de una investigación que conduce al análisis acerca de las transformaciones que sufren los medios de comunicación, con el consecuente desgaste de los periódicos en soporte de papel y el progreso de los medios digitales. Es decir, intento visualizar cuál es el futuro del periodismo, y en especial de los periódicos impresos y digitales, a partir del análisis de las tendencias impuestas por las tecnologías de las comunicaciones. Estudio, con ejemplos concretos, cómo se integran la experiencia acumulada por los medios tradicionales (radio, prensa escrita y televisión) y las innovaciones de los nuevos medios surgidos con el nacimiento de esa maravillosa plataforma que es Internet, que ha creado un nuevo producto periodístico, mediante la convergencia tecnológica de los medios, que a su vez ha dado como resultado lo que hoy conocemos como la multimedia, que no es más que la confluencia de todas las técnicas de los medios en un solo producto periodístico. De este modo el profesional de la comunicación dispone de novedosos recursos narrativos para contar una historia, en la que convergen texto, fotografía, audio, video, infografía y enlaces con otras noticias similares o bancos de datos.
Es dentro de este de contexto específico de los medios, pero también global sobre lo que sucede en el mundo, que escribo este libro, centrado en dos elementos claves que dominan la vida moderna: la globalización y la tecnología.
Decía al principio de mi intervención que una de las razones por las que escribí el libro es porque necesitamos comprender nuestro tiempo. Para entender algo, lo primero que tenemos que saber es cuál es la naturaleza del objeto. Es decir, el tema que nos domina. Y el tema que determina nuestras vidas en esta etapa histórica, sin duda alguna, tiene un doble componente: la globalización y la tecnología, como ya expresé. Pero, además, se nos plantea otro dilema, y es saber ¿qué queremos hacer con la tecnología? en el periodismo, en nuestra vida personal y en el trabajo. Este dilema para el periodismo es de una trascendencia vital, porque ha transformado los medios y el ejercicio en los medios…y lo seguirá haciendo. En el campo de la ciencia, la respuesta a esta pregunta plantea un gran conflicto, no sólo científico, sino moral y ético. Para no extenderme al respecto, porque no soy científico, sólo propongo reflexionar sobre lo que sucede con la bioética y la clonación.
El más importante filósofo de habla castellana, Ortega y Gasset, para analizar el tema determinante en su época, escribió todo un libro: El tema de nuestro tiempo.
Busco con este libro explicar los cambios que sacuden al periodismo, como consecuencia de un fenómeno mundial. Por tanto, ese análisis tenía que hacerlo a partir de una investigación que tuviera una visión también global, sin pretender ser rigurosamente científico. De manera que el libro, además de que puede ser materia de estudio de los periodistas y estudiantes de la profesión, también representa una herramienta que ayuda a cualquier lector a comprender el complejo mundo en que vivimos, y especialmente las características del tema que nos domina.
Siendo mi objeto de estudio el periodismo y el impacto generado por la tecnología en el ejercicio de esta profesión, en esta investigación he tenido muy en cuenta que el periodismo es presente, actualidad vital y polémica, pero que ese presente para poder ser comprendido debe ser analizado en toda su contextualizad, deteniéndose en las causas que lo suscitaron, llámese background o historia del suceso, además de analizarlo pensando en las consecuencias que provocará en un futuro próximo.
Si aceptamos que el abordamiento de un hecho noticioso debe hacerse desde ese eje tripartito: la actualidad analizada en profundidad, enfocada desde sus causas y sus posibles consecuencias, entonces debemos llegar a la conclusión de que el mayor problema que enfrenta el periodismo dominicano de hoy es su corta visión de los hechos: no cuestiona, no hay análisis, no molesta al poder ni es contrapeso del poder estatal ni privado. Y esto se debe a que el periodismo en República Dominicana está secuestrado por los intereses económicos y, como consecuencia, su peor enemigo es la autocensura.
Es justo reconocer que en el país hay plena libertad de prensa, que el gobierno no obstaculiza a los medios, pero una gran verdad es que son los propios periodistas, y específicamente los medios, los que se autolimitan en sus contenidos. Por tanto, la diversidad y la pluralidad son reducidas en cuanto a profundidad en el abordaje de los hechos.
Ante esta triste realidad, es necesario que los periodistas analicemos con actitud crítica el entorno mediático dominicano y cuestionemos nuestro rol frente a la sociedad. Pero también se impone la revisión del ordenamiento jurídico del régimen de propiedad de los medios en la República Dominicana, para evitar la concentración y el monopolio de los medios, que gracias al surgimiento en los últimos años de los periódicos digitales ha sido atenuado. Y aquí tenemos la gran victoria de esa nueva plataforma de los medios que es la Internet, que por primera vez en la historia de la humanidad ha roto el monopolio de la producción, edición y distribución de la información, que antes era exclusiva de los periódicos impresos. Con el nacimiento de los nuevos medios, cualquiera puede publicar un periódico digital. Esa posibilidad podría tener consecuencias negativas, por la alternativa que ofrece de difundir material nocivo o que atente contra la seguridad pública o privada, pero son más las ventajas que los riesgos.
Finalmente, debo advertir al lector, para no decepcionarlo si es que lo hubiese, que Impacto de la Tecnología en el periodismo. Una visión crítica de la sociedad globalizada, no es un libro sobre el periodismo dominicano. Es un libro acerca de los cambios que se producen en el periodismo actual, con ejemplos de la prensa dominicana, europea y estadounidense, en gran medida, tomando en cuenta que vivimos en una etapa de la historia que está cambiando radicalmente el mundo y la forma de relacionarnos en él. Espero haber logrado el cometido.
2 comentarios:
hola, mi nombre es mariana y soy de Durango Dgo México, me encuentro realizando una tesis y me interesa mucho su libro, me podría decir como conseguirlo por acá, por favor, de antemano gracias.
hola, buenas noches, mi nombre es Mariana y me encuentro realizando una tesis y su libro me seria de mucha ayuda, soy de Durango Dgo. México y me gustaría saber como puedo conseguir su libro por acá, gracias
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