lunes, 19 de mayo de 2008
Trujillo, Sadam Husein y Vargas Llosa
El novelista Mario Vargas Llosa en su Diario de Irak compara las atrocidades que cometió la dictadura de Sadam Husein con las de Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana.
El autor de La Fiesta del Chivo también hace un símil sobre las acciones vandálicas y la impunidad de que gozaban los hijos de ambos dictadores.
Para escribir su diario, que publicó como una serie de reportajes en el periódico español El País y que después recogió en un libro con fotografías de su hija Morgana, Vargas Llosa permaneció doce días en Irak, a mediados de 2003, poco después de la invasión norteamericana. Desde entonces, más de un millón de iraquíes han muerto víctimas de esta atroz guerra.
En la página 35 del Diario de Irak (Editorial Aguilar), el famoso novelista expresa:
“Las historias que oigo a diario sobre los vástagos del dictador iraquí me recuerdan, como una pesadilla recurrente, las que oía en la República Dominicana, sobre los hijos del generalísimo Trujillo. Pero sospecho que Uday batió incluso el récord de Ramfis y Radhamés Trujillo, por ejemplo, haciendo devorar por una jauría de perros bravos al ministro de Salud del régimen, el Dr. Raja, que era, como Sadam Husein, oriundo de Tikrit”.
Más adelante, en la página 94, Vargas Llosa compara los relatos de los iraquíes con los que ha escuchado de los dominicanos, en sus diversas visitas al país.
“Cada vez que escucho de boca de los iraquíes testimonios sobre los horrores de Sadam Husein la memoria me regresa a la República Dominicana y a las cosas que ahí oí sobre las hazañas del generalísimo Trujillo”.
Los testimonios relatados por el novelista peruano nos recuerdan que las dictaduras, como dijo el insigne Juan Bosch, “son el opio de los pueblos” y que nunca quienes las padecen deben ser abandonados a su suerte, pero, claro, sin tener que llegar a la barbaridad del gobierno de Bush de sustituir una atrocidad por otra.
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