sábado, 16 de mayo de 2009

Federico García Lorca y los negros de Harlem


Es un clásico de la literatura castellana el libro Poeta en Nueva York, que Federico García Lorca dedicara a esta urbe, entre 1929 y 1930, y en el que canta a la grandeza y vicisitudes de la inmigración y de los negros en particular, pero en el que es sobre todo profético.
En el poema El rey de Harlem trilla el camino del hombre que es arrancado de su África nativa hasta América, para reducir su gran nobleza hasta un grado de angustia que queda meridianamente retratada en un inmortal verso que lo visualiza como un “gran rey prisionero, con un traje de conserje”.
Pero a su vez esa angustia se manifiesta en coraje que sale a hurtadillas, a través de la “sangre que mira lenta con el rabo del ojo”.

Es la sangre que viene, que vendrá
Por los tejados y azoteas, por todas partes,
Para quemar la clorofila de las mujeres rubias,
Para gemir al pie de las camas ante el insomnio de los lavabos
y estrellarse en una aurora de tabaco y bajo amarillo.

Hay que huir,
Huir por las esquinas y encerrarse en los últimos pisos,
Porque el tuétano del bosque penetrará por las rendijas
Para dejar en vuestra carne una leve huella de eclipse
Y una falsa tristeza de guante desteñido y rosa química.

Más adelante en este canto a los negros de Nueva York, Gacía Lorca se hace eco de un grito que parece venir de lo más hondo de la servidumbre de la ciudad de hierro:

¡Ay, Harlem, disfrazada!
¡Ay, Harlem, amenazada por un gentío de trajes sin cabeza!
Me llega tu rumor,
Me llega tu rumor atravesando troncos y ascensores
A través de láminas grises
Donde flotan tus automóviles cubiertos de dientes,
a través de los caballos muertos y los crímenes diminutos,
a través de tu gran rey desesperado
cuyas barbas llegan al mar.

En la próxima ocasión hablaremos sobe Danza de la muerte, de este poemario Poeta en Nueva York, que García Lorca dedicó a su paso por esta ciudad y que viene bien a propósito del desenfreno de Wall Street, que ha estremecido al mundo en los últimos meses.

No hay comentarios:

VerveEarth