Reproducimos a continuación el capítulo sobre las migraciones publicado en el Informe de 2007 sobre el Estado de los Derechos Humanos en el mundo, emitido por Amnistía Internacional, y que tiene una gran relevancia para comprender esta problemática y su impacto mundial.
En los países desarrollados, y también en las economías emergentes, se utiliza el miedo a ser invadidos por hordas de indigentes para justificar medidas cada vez más duras contra migrantes, personas refugiadas y solicitantes de asilo, en contravención de las normas internacionales
Debido a los imperativos políticos y de seguridad del control de las fronteras, los procedimientos
En Europa, los índices de reconocimiento de la condición de refugiado han descendido drásticamente con el paso de los años, pese a que los motivos para solicitar asilo (violencia y persecución) siguen siendo tan acuciantes como siempre.
La hipocresía de la política del miedo es tal que los gobiernos denuncian a ciertos regímenes
La mano de obra migrante alimenta el motor de la economía mundial. Sin embargo, sufre
En 2006, murieron ahogadas o desaparecieron en el mar 6.000 personas africanas en su intento de alcanzar Europa.
Otras 31.000 –cifra seis veces mayor que en 2005– llegaron
A largo plazo, la respuesta no radica en la construcción de muros para impedir la entrada, sino en la promoción de sistemas que protejan los derechos de las personas vulnerables al tiempo que se respeta la prerrogativa de los Estados de regular la migración. Los instrumentos internacionales proporcionan este equilibrio. Los intentos de debilitar
Si la migración no regulada es el miedo de las clases ricas, el capitalismo desenfrenado,
FUENTE: Informe de Amnistía Internacional 2007, El Estado de los Derechos Humanos en el mundo. http://thereport.amnesty.org/document/172
No hay comentarios:
Publicar un comentario