¿Es el mundo hoy más seguro? Diez años después del ataque terrorista al Centro Mundial de Comercio, en el corazón de Nueva York, es difícil responder a esa pregunta, pero lo cierto es que Estados Unidos aún vive la paranoia de Al Qaeda.
También es cierto que Afganistán y otros países cercanos se han convertido en semilleros de terroristas, que en nombre de Alá, quisieran destruir a la mayor potencia del mundo.
Pese a que EE UU sigue manteniendo la hegemonía mundial, es menos cierto que ve impotente perder influencia en el campo económico, mientras que cada vez más le cuesta sostener la supremacía militar mundial, tanto por el costo financiero como por el costo político que collevan sus acciones.
Lo ciento es que, seamos simpatizantes o no de la política estadounidense, el mundo repudio el fatídico 11 se septiembre de 2001, cuando miles de ciudadanos murieron a causa del despiadado ataque terrirista dirigido por Osama Bin Laden. Una década después estremecen nuestras memorias el horror de las imágenes de hombres y mujeres lanzándose envueltos en llamas desde el edfiicio más alto de NY .
EE UU ni ningún país debe ser objeto de atrocidades similares. ¡Nunca más!
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